Su obra se aproxima a una concepción espiritual de la experiencia artística, en la que la introspección, lo poético y lo simbólico adquieren gran relevancia. Otro aspecto destacable en su creación artística es la conexión con la naturaleza, en la que se intuye una indisoluble unidad entre el ser humano y su entorno natural, entre microcosmos y macrocosmos.
Una de las funciones más destacables de la creación artística es ser expresión de la necesidad del ser humano de aproximarse al conocimiento de aquellos aspectos de la realidad y de nosotros mismos que permanecen ocultos y no son visibles o comprensibles desde una lógica exclusivamente racional. En este sentido adquiere más relevancia que nunca reivindicar la creación artística como estrategia para restituirle un sentido profundo a las cosas.